Cuando uno se acerca a un lugar como la Fundación FANA, lo primero que piensa es que esa cercanía va a embargar el corazón. Pero no de tristeza, es importante aclarar, sino del amor que nos une a los seres humanos y que confirma cada día una vez más, que en la humanidad son más los gentiles de corazón.

Ver estos niños sonreír con una nueva esperanza de vida, son las cosas que hacen que cada mañana me levante con una sonrisa en el rostro. Yo tengo hijos y por eso entiendo lo que significa ver a un niño sonreír. Esas sonrisas ¡son un tesoro!

Una sonrisa junto con una mirada iluminada es lo que le da sentido a nuestras labores. Las mías, las de FANA y las de tantas personas que día a día, se unen a esta hermosa casusa. Una causa más que loable, una causa que emociona, una causa que nos hace pensar en lo linda que es la vida cuando estos niños sonríen porque son felices.

Quisiera decir muchas palabras que me salen del corazón, pero estoy seguro que llenaría páginas y páginas de todo lo que brota de él, así que solamente diré una frase que creo lo resumirá todo: “FANA cuenten conmigo y con FOLLOW YOU por el resto de la vida”.

Cuenten con el talento de mi equipo de trabajo, hombres y mujeres valerosos que también al igual que yo, creen en el amor, en la esperanza y en las segundas oportunidades.

Los niños, nuestros amados niños son el futuro del mundo entero y es en ellos que debemos sembrar la semilla de la paz, del amor y de la reconciliación, y somos nosotros quienes con nuestro apoyo invaluable les enviamos el mensaje de que ellos sí son importantes, mucho, y que estamos unidos por su bienestar.

Follow You se siente honrado por estar cerca de esta hermosa labor, incansable, a veces ardua pero gratificante. Seguiremos acompañándolos, apoyándolos y esforzándonos porque la amada niñez de nuestro país, salga adelante como se merecen.

Felices 45 años FANA y larga vida.